El pasado día 10 del corriente mes, el presidente de la FIESP, Sr. Paulo Skaf, declaró a la prensa defender medidas de restricción a las importaciones de Argentina, como forma de retaliación contra el licenciamiento no-automático que aquél país viene aplicando a los productos originarios del Brasil.
Evidentemente, más allá que el licenciamiento no-automático sea compatible con las reglas de la OMC, siempre que aplicado de forma comedida y no-discriminatoria, puede convertirse en una casi impasable barrera técnica a las importaciones, lo que contraría los principios de aquella organización internacional y, por encima de todo, el espíritu del proceso de integración del MERCOSUR.
Así, la preocupación de la FIESP procede. Pero, la propuesta de adoptar inmediatamente medidas de retaliación contra Argentina nos parece precipitada.
Es necesario recordar, en primer lugar, que a pesar que esas medidas están en vigor desde el año pasado, Brasil consiguió en aquél período (2008) un saldo comercial positivo con Argentina de US$ 4,3 mil millones. Se trata de nuestro segundo mayor saldo comercial bilateral, atrás apenas del obtenido con Venezuela (US$ 4,6 mil millones).
En segundo lugar, y más importante, es la adopción de medidas unilaterales de retaliación podrá conducir a una ola proteccionista, en el comercio mundial y en el comercio intra-bloque, que profundizará la recesión internacional y afectará fuertemente los “intereses legítimos” de todos, inclusive los de Brasil. El propio presidente de la FIESP reconoció, en la misma entrevista, el peligro que una nueva ola proteccionista acarrearía.
El MERCOSUR dispone de los medios diplomáticos y jurídicos necesarios para resolver tales cuestiones en su ámbito interno, a través de un maduro y responsable proceso de negociación. Demás de negociaciones bilaterales, los Estados Partes pueden usar, si necesario, el Sistema de Solución de Controversias reglamentado por el Protocolo de Olivos, vigente desde 2004. Medidas de retaliación deben darse apenas como un último y extremo recurso.
Destacamos que el Parlamento del MERCOSUR aprobó, en su sesión del 3 de noviembre de 2008, una Recomendación al Consejo do Mercado Común, la cual afirmaba la necesidad de priorizar el estímulo al comercio, especialmente del comercio intra-bloque, así como la profundización del proceso de integración, por ser vectores indispensables a la superación de la crisis.
En la opinión de esta Presidencia, no es la hora de aventuras unilaterales y proteccionistas. La hora es de profundizar la integración del MERCOSUR. No tenemos dudas que la mayor integración del bloque ayudará a combatir la recesión en todos los Estados Partes, lo que no implica el abandono del sistema de defensa comercial del Brasil, que es potencialmente efectivo y obedece a reglas internacionales consensuadas.
Señalamos, por último, que estamos seguros que la FIESP y otras entidades patronales sabrán entender la delicadeza del momento que vivimos y se unirán a nosotros en este indispensable esfuerzo de diálogo e integración.
Parlamentario Aloizio Mercadante
Presidente de la Representación Brasileña en el Parlamento del MERCOSUR