Está a disposición del Plenario del Parlamento del MERCOSUR un informe elaborado en base a dos propuestas, una elaborada por los Parlamentarios Mariano West, Juan Martín Irrazabal, Juan Manuel Obiglio y Ruperto Godoy y otro presentado por el parlamentario Guillermo Jenefes y cuyos textos fueron reformulados y unificados por la Parlamentaria Susana Genem por indicación del la Comisión de Asuntos Internacionales, Interregionales y de planeamiento Estratégico.
Dentro de las consideraciones de la propuesta se indica que las resoluciones sobre la “Cuestión de las Islas Malvinas, adoptadas desde 1965 por la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, reconocen que existe una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, y convocan a ambas partes a reanudar las conversaciones sobre soberanía hasta alcanzar una solución pacífica teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas”. En tanto que por la Resolución 31/49, Naciones Unidas insta a las partes en disputa a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones “unilaterales” en la situación, mientras los estados parte del conflicto reanuden las conversaciones para llegar a una solución pacífica.
Indica además que el Reino Unido ha adoptado unilateralmente una pretendida “Orden de la Constitución de las Islas Malvinas”, que procura reemplazar a la vigente desde 1985 y comenzar a regir desde el primer día de 2009.
Por esto ponen a disposición del plenario una propuesta de declaración mediante la cual el Parlamento del MERCOSUR declara su rechazo al acto unilateral de Gran Bretaña por el cual establece una nueva constitución para que rija sobre el territorio de las Islas Malvinas en total violación con las disposiciones, resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.
Agrega su preocupación por la persistencia de la situación colonial en dichos territorios y el respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido relativa a la cuestión de las Islas Malvinas.
Por último plantea “su repudio a la pretensión de considerar a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur como países y territorios a los que puedan aplicarse la Cuarta Parte del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, que se denominará en el futuro Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión Europea, y las Decisiones de Asociación de ultramar de la Unión Europea, ya que dicha pretensión resulta incompatible con la existencia de una disputa de soberanía sobre dichas islas.”
Dentro de las consideraciones de la propuesta se indica que las resoluciones sobre la “Cuestión de las Islas Malvinas, adoptadas desde 1965 por la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, reconocen que existe una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, y convocan a ambas partes a reanudar las conversaciones sobre soberanía hasta alcanzar una solución pacífica teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas”. En tanto que por la Resolución 31/49, Naciones Unidas insta a las partes en disputa a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones “unilaterales” en la situación, mientras los estados parte del conflicto reanuden las conversaciones para llegar a una solución pacífica.
Indica además que el Reino Unido ha adoptado unilateralmente una pretendida “Orden de la Constitución de las Islas Malvinas”, que procura reemplazar a la vigente desde 1985 y comenzar a regir desde el primer día de 2009.
Por esto ponen a disposición del plenario una propuesta de declaración mediante la cual el Parlamento del MERCOSUR declara su rechazo al acto unilateral de Gran Bretaña por el cual establece una nueva constitución para que rija sobre el territorio de las Islas Malvinas en total violación con las disposiciones, resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.
Agrega su preocupación por la persistencia de la situación colonial en dichos territorios y el respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido relativa a la cuestión de las Islas Malvinas.
Por último plantea “su repudio a la pretensión de considerar a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur como países y territorios a los que puedan aplicarse la Cuarta Parte del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, que se denominará en el futuro Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión Europea, y las Decisiones de Asociación de ultramar de la Unión Europea, ya que dicha pretensión resulta incompatible con la existencia de una disputa de soberanía sobre dichas islas.”
